Sid Vicious: la estrella punk y su supernova

El músico falleció el 2 de febrero de 1979 en Nueva York, cuando tenía 21 años. En su corta vida logró convertirse en un icono de rebeldía que trascendió generaciones.

Durante la década de los ’70, Sid Vicious se convirtió en una leyenda del punk. Su impronta eclipsó a sus compañeros de los Sex Pistols al punto tal que Sid, sin saber tocar más que algunos acordes en el bajo, era a menudo señalado como el líder del grupo, en lugar del cantante Johnny Rotten. Sus constantes peleas y problemas de drogas lo tenían siempre en la primera plana de los medios por aquellos años. Había nacido en Londres, en 1957, bajo el nombre de Simon John Ritchie, pero la historia tenía otros planes para él.

La vida musical del británico fue más que breve. Apenas llegó a grabar «Nevermind The Bollocks, Here’s the Sex Pistols» con su banda, que fue el primer y único material que quedó registrado de esa experiencia. No obstante, «God Save the Queen» y «Anarchy in the U.K» son himnos del punk.

Su relación con Nancy Spungen también era una parada conflictiva en la vida del músico. Ambos se habían conocido en 1976 y el amor nació de manera natural. Compartían el mismo espíritu y las aventuras. En 1978, tras una caótica gira por Estados Unidos de los Sex Pistols, que derivó en la disolución de la banda, se instalaron en el hotel Chelsea de Nueva York.

Sid Vicious y Nancy Spungen.

En la habitación Nº100 montaron su centro de operaciones. Allí organizaban fiestas multitudinarias e intentaban reflotar la carrera solista de Sid Vicious. El 12 de octubre del ’78, en una fiesta donde la heroína fue la protagonista de la noche, Nancy Spungen fue asesinada de una puñalada en el abdomen. La situación nunca fue aclarada y Sid fue arrestado por el asesinato, pasó un tiempo detenido por el crimen y luego lo declararon inocente.

Sid Vicious inició el 1979 entre arrestos por agresiones y escándalos menores. El 1º de febrero de 1979 fue liberado tras pasar varios días en una comisaría por atacar al hermano de la cantante Patti Smith. Fue Mick Jagger quien pagó la fianza para que el músico recuperara la libertad. Esa misma noche su madre organizó una fiesta para celebrar su salida de la cárcel, y fue allí donde encontró su final: una sobredosis de heroína.

Unos días después de ser incinerado, su madre encontró una nota de suicidio en el bolsillo de su chaqueta que decía: «Hicimos un pacto de muerte, yo tengo que cumplir mi parte del trato. Por favor, entiérrenme al lado de mi nena. Entiérrenme con mi chaqueta de piel, vaqueros y botas de motociclista. Adiós».

Sid Vicious murió a los 21 años y ya era el artista más representativo del punk. Su actitud fue determinante para ocupar ese lugar.