El vuelo que llevaba a Ca7riel y Paco Amoroso sobre el cielo de Estados Unidos terminó convirtiéndose en el escenario inesperado de su próximo videoclip. Los artistas, envueltos en la euforia de la gira y fieles a su estilo espontáneo, comenzaron a grabar imágenes de “Chapulín” improvisando coreografías, cantando recostados en los asientos y desplazándose por el angosto pasillo del avión. La escena llamó la atención inmediata de los pasajeros: algunos divertidos, otros con evidente incomodidad.
La tensión escaló cuando, en plena grabación, los músicos se cruzaron sin querer con una azafata. “¡No! ¡Don’t touch me!”, exclamó la empleada, marcando límites con un gesto firme mientras les pedía que regresaran a sus asientos. Ese instante, breve pero contundente, alteró el clima a bordo y derivó en un informe interno de la tripulación por incumplimiento de las normas de seguridad.
El episodio tuvo consecuencias al aterrizar. Según se observa en otro video viralizado, Ca7riel y Paco Amoroso fueron recibidos y demorados por agentes de seguridad del aeropuerto, con personal uniformado bloqueando el paso y realizando preguntas de rutina. La escena, tensa y rodeada de cámaras, dejó en claro la rigurosidad de los protocolos estadounidenses cuando se detecta cualquier irregularidad durante un vuelo.
Una persona del equipo de los músicos intentó mediar y traducir durante la intervención, y tras varios minutos, ambos artistas pudieron finalmente continuar con su ingreso al país.
La polémica llegó justo después de su aplaudida participación en los Latin Grammy, y ahora abre un nuevo capítulo en la gira de Ca7riel y Paco Amoroso, marcado por creatividad, exceso de entusiasmo… y un roce inesperado con la seguridad aérea.