En una jornada cargada de emoción y gratitud, la comunidad educativa de la Escuela Primaria Nº 17 de Juan N. Fernández celebró la concreción de un sueño colectivo: la llegada de los instrumentos musicales que permitirán que el proyecto “La UNO 7” comience a sonar en cada rincón de la localidad. Esta iniciativa fue posible gracias al programa Puerto Participativo, impulsado por el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, bajo la presidencia de la Lic. Jimena López y la coordinación de la Dra. Silvia Blanco.
El proyecto, que surgió de los propios alumnos y fue presentado por la cooperadora de la escuela, recibió un fuerte respaldo comunitario en la instancia de votación pública. La directora Florencia Reyes y la profesora de música Melanie Wagner reconocieron que al principio no imaginaron el alcance que tendría la propuesta, pero finalmente “tuvo muchísimos votos”, lo que permitió acceder al financiamiento para la compra de los instrumentos.
Con la entrega ya concretada, el grupo musical escolar proyecta sus primeras presentaciones en vivo en La Dulce y Juan N. Fernández, marcando un hito para la institución. “Estamos más que felices y agradecidas a la comunidad, a la cooperadora y a Puerto Quequén”, expresaron las docentes, destacando el impacto positivo que tendrá esta herramienta artística en chicos y chicas de la escuela.
Puerto Participativo: una política de inclusión y desarrollo local

El programa Puerto Participativo fue diseñado para transformar ideas comunitarias en proyectos concretos que fortalezcan la cultura, la educación y el tejido social en el distrito de Necochea. En su edición más reciente, se seleccionaron cinco proyectos ganadores: uno en Necochea, uno en Quequén y tres en localidades del interior, entre ellos el de la Escuela 17.
Cada iniciativa recibió hasta 8 millones de pesos en financiamiento, gestionado directamente por el Consorcio, que paga a los proveedores contra factura, evitando que las instituciones manejen dinero en efectivo. Este mecanismo garantiza transparencia y agilidad en la ejecución. Además, el programa contempla un seguimiento técnico y administrativo para asegurar que los proyectos lleguen a buen puerto.
La entrega de instrumentos en Juan N. Fernández no solo marca el cierre exitoso de una etapa, sino también el inicio de una nueva experiencia artística y comunitaria. Como expresó Silvia Blanco, “venimos cumpliendo con todos los objetivos que tiene el programa y una de las partes que nos queda es seguir acompañando la ejecución de los proyectos hasta el final”.