El Gobierno nacional puso bajo la lupa el origen de la explosión que desató un incendio de gran magnitud en el parque industrial de Ezeiza. Con la investigación judicial en curso, en la Casa Rosada afirman que acompañarán con todas las pericias técnicas necesarias y que “no se descarta ninguna hipótesis”.
El Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, activó la Agencia Federal de Emergencias para trabajar junto al gobierno bonaerense. Al mismo tiempo, Gendarmería Nacional y la Policía Federal aseguraron el perímetro afectado mientras continuaban las tareas de control y evaluación del terreno.
Uno de los puntos que generó mayor preocupación fue la confirmación, por parte del intendente Gastón Granados, de que entre los depósitos siniestrados se encuentra uno de la empresa Iron Mountain, involucrada en el incendio intencional ocurrido en Barracas en 2014. Además, las llamas alcanzaron parte de una empresa de neumáticos y una fábrica de envases plásticos, entre otras instalaciones cercanas.
Según fuentes oficiales, el incendio se extendió en un predio de aproximadamente 700 por 800 metros, afectando una superficie calculada en 350 por 400 metros. Las columnas de fuego llegaron a superar los 20 metros de altura. Bomberos de la Policía Federal, dotaciones locales, brigadas de riesgos especiales y personal del área de explosivos trabajaron de manera coordinada para contener el avance.

Las tareas se concentraron especialmente en el contrafrente del predio, con el objetivo de evitar que el fuego alcanzara una fábrica de galletitas ubicada dentro del mismo parque industrial. El equipo de Riesgo Químico desplegó materiales específicos y colaboró en la medición de niveles de gases tóxicos, mientras que se activó un dispositivo sanitario federal que incluyó ambulancias, un helicóptero en apresto y personal especializado.
En la etapa médica, se registraron 15 pacientes derivados a la Clínica de Monte Grande y tres al Hospital de Ezeiza. Paralelamente, el Hospital Bicentenario habilitó nueve camas de terapia intensiva, reforzó su personal y activó el protocolo de descontaminación. El Hospital Cuenca Alta se mantuvo en guardia por el ingreso de un paciente quemado grave, mientras que el Hospital Posadas puso a disposición camas UTI y su sala de emergencias.
Las autoridades insisten en que los vecinos permanezcan dentro de sus hogares para evitar la exposición al humo y continúan en estado de alerta ante posibles reactivaciones del foco o nuevas órdenes derivadas de la investigación en curso.