Este 13 de noviembre, Flow estrenará Yiya, la serie sobre Yiya Murano, la primera asesina en serie argentina condenada a cadena perpetua por envenenar a tres amigas en la década del 70. Como es tendencia en Argentina desde hace algunos años, esta producción rescata un caso de true crime desde la ficción, con actores consagrados y una narración que contempla diversas aristas del hecho.
La serie está escrita por Marcos Carnevale y dirigida por Mariano Hueter, y cuenta con Julieta Zylberberg y Cristina Banegas como protagonistas, interpretando las versiones joven y mayor de la asesina, respectivamente. El elenco se completa con Pablo Rago -quien encarna al escritor que aborda el caso de Yiya-, Mónica Antonópulos, Diego Cremonesi, Laura Novoa, Carlos Portaluppi, entre otros.
Yiya Murano fue conocida como “la envenenadora de Monserrat” y su caso sacudió a la sociedad argentina, sobre todo porque resultaba inverosímil que una aparente e inofensiva ama de casa fuera la responsable del asesinato de sus tres amigas, crimen que ejecutó envenenando galletitas durante una típica reunión de tarde. Lo cierto es que Murano era una estafadora y poseía un escalofriante perfil psicológico.
La serie de Flow se centra en la investigación posterior al caso y en la dilucidación del posible móvil que llevó a la mujer a cometer semejante crimen. Una vez condenada, un escritor se acerca para contar la crónica del asesinato basándose en su testimonio directo, momento en el que Yiya decide dar su primera y última confesión real.
En cuanto a cómo abordó la construcción de un personaje criminal y tan conocido por los argentinos, Zylberberg expresó en diálogo con Clarín: “Siempre es bienvenido el juego. Todos los permisos que tenemos actuando no los tenemos en la vida, ¿no? La pulsión de asesinar la tenemos, por suerte, apagada en la mayoría de los casos, porque coexistimos en una sociedad con reglas, con códigos, con derechos. Tenemos el permiso de sacar un costado bien animal y bien loco”.
Por su parte, Banegas -quien interpreta a Murano en sus últimos años, en una versión más reflexiva y confesional- agregó: “Yo me divertí mucho haciendo de Yiya en el geriátrico”. Así, la serie aborda diferentes momentos de la vida de la asesina desde la ficción y retrata tanto su entorno y su psicología como la investigación que rodeó a un caso tan insólito como perturbador.