La vivienda, ubicada en la esquina de Roca y la costa, estuvo en venta durante nueve años hasta que Aguerre la adquirió con el propósito de restaurarla por completo. “La casona fue concebida como casa de playa, de vacaciones, y tuvimos la suerte de que los nietos de la dueña que la mandó a construir nos la vendieran con todo adentro, tal como estaba”.
Deportes | 10 Nov
Mar del Plata tendrá su Museo Internacional de Surf y Cultura de Playa
El impulsor del proyecto es Fernando Aguerre, de Mar del Plata, presidente de la Asociación Internacional de Surf.
Mar del Plata sumará un nuevo atractivo turístico y cultural: el Museo Internacional de Surf y Cultura de Playa, que funcionará en una casona histórica frente al mar, a pocos metros de Playa Grande. El impulsor del proyecto es el marplatense Fernando Aguerre, presidente de la Asociación Internacional de Surf (ISA, por sus siglas en inglés).
“La idea era tener la casona patrimonial, preservada, con un nuevo uso y que se pueda conocer tal como era cuando la construyeron, en 1942”, contó Aguerre.
Actualmente, el equipo trabaja en la restauración integral de la estructura: se conservan las maderas y mamposterías originales, mientras que toda la instalación eléctrica y la pintura fueron renovadas. Bajo la premisa de una “restauración total”, el proyecto llevará el nombre de Ala Moana Surf Chalet y albergará al “Museo del Surf y de la Cultura de Playa, el surf shop y un espacio dedicado a la gastronomía saludable y orgánica”, adelantó Aguerre.
Museo del surf en Mar del Plata
El museo exhibirá parte de la colección personal que el marplatense reunió durante medio siglo de práctica y viajes. Son más de 50 años de surfeo, “con 45 años armando la colección”, dijo sobre un acervo que incluye “tablas de principio de siglo 20, de madera de Hawái; tablas de campeones mundiales, entre otras cosas”. Y destacó: “Generalmente esos objetos no se ven todos juntos, pero éste será el hogar para poder compartirlas, todo en un mismo lugar”.
Siempre en el diálogo con Canal 8 y La Capital, Aguerre subrayó además el valor patrimonial del edificio: “Es la última casona histórica sobre la costa de Playa Grande. Y que ha estado siempre habitada. Muchas de las que quedan están abandonadas o no habitadas. Ésta estuvo vivida tanto en invierno como en verano, es una hermosa sobreviviente. Todavía conserva la calefacción central a radiadores, los pisos y sanitarios originales y hasta el ascensor Otis de 1942”.
Y la ubicación también tiene un significado especial para él, ya que “está a menos de 100 metros de dónde organicé mi primer campeonato de surf, en Biología, en 1978”.
LOCALES
Puerto Quequén superó su récord anual
HISTORIA
Testigo confirma la presencia nazi en Quequén
LOCAL
Se viene una nueva edición del Women Open Padel
GRABACIONES
Ca7riel y Paco Amoroso fueron demorados en un aeropuerto de Estados Unidos
MUNDIAL 2026
“FIFA Pass”: los hinchas extranjeros con entradas para el Mundial tendrán prioridad para la visa