En cuestión de minutos, las redes se encendieron. El Indio Solari publicó una serie de fotos en pleno ensayo junto a sus músicos en el estudio Luzbola, y los comentarios se multiplicaron con una velocidad que solo su figura puede provocar. En pocas horas, la publicación superó las sesenta mil reacciones, con mensajes cargados de emoción, cariño y esperanza: “Qué alegría verte, Indio”, “Se viene algo grande”, “El Mister no se detiene”, escribieron sus seguidores.

Las imágenes lo muestran en el centro de la sala, rodeado de su banda, micrófono en mano y con sus inseparables anteojos oscuros. Bastaron esas pocas postales, acompañadas por un escueto texto —“Grabación en Luzbola”—, para que se desaten las especulaciones: ¿nuevo disco, una colaboración o una posible reaparición en vivo?
El escenario elegido no es casual. Luzbola, el estudio que el Indio construyó en su casa de Parque Leloir, se convirtió en su refugio creativo y espiritual. Allí nacieron sus últimos discos y los nuevos himnos de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Cada vez que el nombre del lugar aparece en sus redes, el universo ricotero se pone en alerta.

La publicación llega apenas días después de que Solari hablara abiertamente sobre su salud en una entrevista con Futurock: “Últimamente me paso la vida empeorando… ese es mi trabajo actual. Hay días que no tengo ganas de nada”, confesó. Sus palabras conmovieron a los fans, y ver ahora imágenes de él ensayando encendió un sentimiento de alivio y admiración.
Aunque el Indio no dio detalles sobre el motivo del encuentro ni pistas sobre nuevas fechas, los seguidores no dudan en soñar. Algunos imaginan un nuevo material de estudio, mientras otros fantasean con una aparición sorpresa en los shows que Los Fundamentalistas ofrecerán a comienzos de diciembre.

Cada gesto suyo se transforma en noticia. Cada palabra, cada foto, multiplica la esperanza de un nuevo capítulo en una historia que se resiste a terminar. Porque el Indio Solari, incluso desde el silencio y la enfermedad, sigue moviendo multitudes. Y con solo una imagen, logra que miles vuelvan a creer que, de algún modo, el mito nunca se apaga.