El 2 de marzo de 1982, Sony y Phillips daban a conocer al mundo su nuevo desarrollo: el Disco Compacto o CD. Tras varios años de desarrollo, desde el LaserDisc, las firmas lanzaban oficialmente su nueva creación. El sello Polygram fue aliado de ambas empresas a la hora de trabajar en esta nueva propuesta, por lo que sus representados comenzaron a lanzar sus álbumes en este formato.
En un principio, el CD proponía una mejora sustancial de sonido respecto al vinilo, ya que terminaba con el ruido del polvo o el paso del tiempo que comenzaban a producir los LPs al tiempo de pasarlos. Además, era más resistente respecto a su antecesor. Su introducción produjo una fiebre de ventas de equipos digitales que lo soporten.
El primer éxito en CD de la historia de la música fue de Dire Straits, que vendieron un millón de copias con su single, «Brothers in Arms», superando ampliamente las ventas que habían logrado en formato vinilo. La música digitalizada en un Disco Compacto empezaba a ganar fuerza en el mercado. También comenzaron a producirse archivos de video en CDs, que lograban mayor calidad de imagen y sonido que los VHS.
En la actualidad, el formato se sigue manteniendo vivo en sus evoluciones en DVD y BlueRay, con mayor capacidad de almacenamiento para los archivos digitales y calidad mucho mayor que aquellos iniciáticos Discos Compactos de los ’80.