Elton John cumple 74 años este 25 de marzo. El británico, nacido en 1947, es una de las estrellas de rock más exitosas de todos los tiempos. Pero entre medio de flashes, a mediados de los años ’70, compró la mayoría de acciones del Watford, club del cual era hincha desde niño, cuando su padre lo llevó por primera vez al estadio.
El club tenía una historia marcada por los constantes descensos y las crisis financieras. Elton John recuerda en su libro de memorias titulado «Me» que la primera vez que fue a ver al Watford estuvo acompañado por su padre, un veterano de guerra, y sintió que el fútbol era como una poderosa droga de la cual te hacés adicto inmediatamente. También habla de la relación con su progenitor, que nunca fue buena, ya que estaba completamente opuesto a las decisiones de vida que tomó el artista.
Sin embargo, reconoce Elton John, que siente que todo lo hizo para que su padre sienta orgullo de su hijo. Fue así que en 1974 adquirió una participación en el club y se convirtió en vicepresidente. Poco tiempo después compraría la parte mayoritaria y pasaría a ser el presidente del club.
En aquellos años, Elton John atravesaba su período más oscuro, marcado por sus adicciones a las drogas y al alcohol. Sin embargo, se aferró a los manejos dirigenciales y empezó a enderezar el barco. Organizó un show a beneficio de su club junto a Rod Stewart que fue un éxito. Luego, cuando la situación financiera de la institución empezó a mejorar, en 1977 contrató al entrenador Graham Taylor. Ahí empezaron los logros: para 1981 el equipo ascendió y en 1982 fueron subcampeones de la Premier League, lo que les dio el boleto a la Copa UEFA. En 1984 fueron finalistas de la FA Cup.
En ese momento, en un estadio de Wembley repleto, ante las cámaras, Elton John comenzó a llorar. Según contó en su libro, comenzó a recordar dónde estaba el club cuando inició su gestión y dónde estaba ahora, ante 100mil personas en uno de los estadios más espectaculares del Reino Unido. No pudo contener la emoción. Si bien el equipo perdió 2 a 0 ante el Everton, Watford era una fiesta. Estaban haciendo historia.
En 1987 el músico vendió sus acciones en el equipo y se centró nuevamente al 100% en su carrera musical. Sin embargo, nunca dejó de ir a la cancha cuando pudo y estar pendiente de los requerimientos del club. En 1997, furioso por el descenso del Watford, volvió a comprar acciones y se puso otra vez al frente hasta 2002, cuando se retiró definitivamente de la actividad. Tiempo más tarde reconoció: «El Watford salvó mi vida». Su rol como presidente lo ayudó a rehabilitarse de sus adicciones y a encaminar su vida.
Actualmente es presidente honorífico y se convirtió en uno de los ídolos del club. La hinchada vitorea su nombre con fervor en las tribunas y le demuestra el eterno agradecimiento al Rocket Man, que apostó con su corazón y se ganó el de miles.
