Corrió el Mundial Ironman con fiebre, con traje para nadar prestado y logró cruzar la meta

El atleta necochense Pablo Amarante contó su periplo, antes, durante y después de su participación en la triatlón en Finlandia, entre los mejores del mundo

Cumpliendo un sueño de competir en el máximo nivel del triatlón internacional, el necochense Pablo Amarante participó en el Campeonato Mundial Ironman 70.3 que se disputó el pasado domingo en la ciudad de Lahti, en Finlandia.

En los fríos números, tardó  4 horas, 31 minutos y 12 segundos para completar el recorrido de 1900 metros de natación, 90 km de ciclismo y 21 km de pedestrismo. Sin embargo, la medalla finisher fue un premio también para un desafío que lo puso a prueba antes, durante y después de la carrera. Lo que no dice su marca al frenar el reloj es que afrontó la prueba con un cuadro febril y debió pedir un traje para nadar prestado.

Desde Londres, emprendiendo el regreso al país, Amarante dialogó en la mañana de Remedio Chino por K2 Radio, tratando de poner en palabras sus sensaciones ante tantos contratiempos para una prueba que venía soñando y preparando por meses.

El primer inconveniente surgió dos días antes de la carrera, al salir a andar en bicicleta para reconocer el lugar: “Por lo visto tomé frío y el día anterior a la carrera levanté mucha fiebre y mi cuerpo colapsó. No pude dormir en toda la noche, tuve que llamar a un doctor”.

Y aun cuando aceptó correr con fiebre, lo peor de alguna manera estaba por venir: “Cuando voy a armar todo (en la previa) y ponerme el traje para nadar me di cuenta que me lo había olvidado en mi casa”, compartió rompiendo en llanto al recordar el stress de ese momento en la remota Finlandia. “Es una carrera que la venía preparando hace 6 meses … entré en pánico en ese momento por todo el gasto, tanto tiempo…”. Sin embargo, otros corredores solidarios comenzaron a ayudar: “En el grupo de triatletas argentino que estábamos allá me pudieron conseguir un traje de neoprene, que no era para nadas, sino que era un traje de surf. Me faltaba lo principal que son los zapatos de triatlón que van enganchados a la bicicleta, son zapatos especiales. Y tuve que pedalear en zapatillas…

Pablo Amarante fue el abanderado de la delegación argentina en el Mundial

Me dije acá vine a terminarlo como sea. Estoy entrenado para hacer una buena carrera y con esas condiciones ahora era terminar y disfrutar la carrera desde otra perspectiva”, explicó y analizó sobre lo hecho que “salió una carrera con un muy buen tiempo, un circuito muy duro donde la bicicleta tiene mucha altimetría, muy peligroso porque llovió toda la carrera con un clima muy cambiante estilo Bariloche, hizo 13 grados… yo con fiebre corriendo fue algo inexplicable. Mis amigos cuando terminamos se acercaron y lloramos como nenes”.

Increíblemente no tuvo paz una vez terminada la carrera, ya que al llegar a Londres, en el regreso, hasta el momento de la charla no había podido recuperar su equipaje y en especial la bicicleta de primera calidad con la cuál compite y llevó especialmente. Como si faltase algo más.

Sin duda una experiencia en todos los sentidos para Pablo que apostó por volver a la competencia en breve, el venidero 29 de octubre en Buenos Aires en otro Ironman 70.3, soñando con otra clasificación mundialista. Deseando que la próxima no sea tan “extrema”.

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