Billie Joe Armstrong nació en Oakland, California, un 17 de febrero de 1972. Desde el día en que nació su vida estuvo atravesada por la música. A los 5 años y plagado de inquietudes artísticas, grabó su primera canción, apoyado por un profesor de su escuela primaria. El tema se llamó «Look for Love».
En esos años se hizo amigo de Mike Dirnt, quien sería su compañero inseparable por el resto de su vida. Con él compartían el amor por la música y la ambición de tener una banda. En la adolescencia formaron «Sweet Children», germen de Green Day. Tras varias idas y vueltas y cambios de formación y ya con Tré Cool en batería la transformaron en lo que es hoy y se lanzaron en busca del sueño.
Tras dos álbumes de promesas llegó «Dookie» y la fama internacional. El álbum se convertiría en una de las insignias de los adolescentes rebeldes y en una de las piezas fundamentales a la hora de hablar del impulso del punk californiano en la década del ’90 y principios de los 2000.
Una vida con ritmo vertiginoso, giras, promociones y noches interminables acercaron a Billie Joe Armstrong a los excesos. Las drogas y el alcohol comenzaron a ser una constante y las entradas y salidas de rehabilitación también. En 2012 tuvo lugar su última experiencia en una clínica para rehabilitarse de su alcoholismo.
Siempre buscando inspiración para su música, en la previa de American Idiot, el artista se mudó a Manhattan y comenzó a tratar con músicos locales, con los que zapaban. De allí sacó canciones como «Boulevard of Broken Dreams» y «Are We The Waiting». La espuma punk empezaba a bajar y en 2004 Green Day dio el gran golpe con esa suerte de opera rock que los ponía nuevamente en el centro de la escena.
En los años que siguieron, el músico tuvo lugar para actuar en algunas películas y seguir lanzando discos con la banda. Pese a que el género en el que se desenvuelven ya no goza de la misma popularidad que años atrás, se la han rebuscado para incluir elementos pop y demás texturas que a la banda le permitieron seguir siendo exitosa.
Billie Joe Armstrong, pese a todo, y junto con Green Day, día a día sobrevive al punk.