En la carta que escribió, antes de pegarse un tiro con una escopeta Remington calibre 20 en su casa, Kurt Cobain había dicho: «Hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni siquiera haciendo Rock«.
Agobiado por su adicción a la heroína, el 5 de abril de 1994 el cantante de Nirvana se suicidó a los 27 años. Fue el punto final para alguien que ya había tenido algunos intentos de quitarse la vida.
Kurt llegó al mundo el 20 de febrero en 1967, tuvo una dura adolescencia y se puede conocer más de su vida en el documental “Montage of Heck”. Por ejemplo, su debut sexual, que fue uno de los motivos por lo que lo cargaban y lo llevó a intentar quitarse la vida.
En 1987 fundó Nirvana con el bajista Krist Novoselic y el baterista Dave Grohl. Una banda que definió el rumbo del Grunge, ese subgénero surgido de una coctelera donde se mezclaron el Noise, el hardcore y el punk. Pero sobre todo supuraba la mirada de una generación profundamente desencantada.
Le bastaron sobre todo tres discos de estudio para ganarse un lugar en historia del rock:Bleach (1989), Nevermind (1991), In Utero (1993). Y con el tema que abre el segundo, «Smells Like Teen Spirit» perforaron barreras y lograron el éxito internacional.
Nirvana llegó a nuestro país el 30 de octubre de 1992, en un show accidentado en el estadio de Velez. Ese día los encargados de subirse primeros al escenario fueron Los Brujos, que venían teniendo éxito con su canción “Kanishka”. Luego subió un grupo integrado por mujeres, Calamity Jane, que fue maltratado por el público argentino: “Mientras nos arrojaban monedas, escupidas y piedras, algunos incluso exhibían sus penes. Nos gritaban ‘¡putas!'», dijo una de sus integrantes.
Esto llevó al enojo de Cobain, que durante su show amagó varias veces a tocar «Smell Like a Teen Spirit», el himno del grupo, pero los fans se quedaron con las ganas.
Sus últimos días estuvieron cargados de misterio. Su esposa y sus amigos estaban desesperados, no sabían dónde estaba. Se había escapado de un centro de rehabilitación de Los Ángeles, sacó un vuelo a Seattle, y el último en verlo había sido el bajista de Guns N’ Roses, Duff McKagan. El cantante y guitarrista de Nirvana fue encontrado muerto en su casa, el 8 de abril de 1994, por Gary Smith, un electricista que había ido a hacer un trabajo. Tenía una escopeta apuntando a su boca y una alta concentración de heroína en su cuerpo. Según la investigación, el músico se mató de un disparo, tres días antes.
